Siempre se ha creído que es posible motivar a las personas de forma grupal y, por este motivo, en las empresas existen numerosas actividades de grupo que pretenden motivar, pero que en realidad solo consiguen subidones momentáneos.

Aún recuerdo cuando, hace muchos años, participé en una sesión de motivación a vendedores. El 90% del tiempo lo pasamos entre gritos que pretendían autoconvencernos de que éramos auténticos leones de las ventas. Debo reconocer que sí sentía subidas de adrenalina, pero siempre eran momentáneas. Incluso nos enseñaron frases o lemas para repetirlos en voz alta para cuando nos sintiéramos desmotivados. Nada de esto funcionaba en el tiempo.

motivar empleados

Entonces, ¿qué puede mantener motivada a una persona de forma persistente? ¿Realmente somos seres que necesitamos de compañía constante para estar motivados?

Lo cierto es que el ser humano es muy previsible y lo que de verdad le mantiene con interés es algo intrínseco, algo que lleva dentro de sí mismo. Ser reconocido, aceptado, sentirse útil o amado son los motores más básicos que mueven a las personas.

Quizá estés pensando que todos estos elementos están bien, pero que lo primero es la solución a los problemas económicos. Lo cierto es que a muchas personas les gustaría ganar más dinero, pero ¿para qué lo quieren en realidad? Seguro que para comprar cosas que les permitan ser aceptadas, reconocidas o verse útiles.

Al ser humano no le basta con sentir que las demás personas de su grupo están motivadas y consiguen resultados, lo que en realidad necesita es sentirse bien él mismo y, por eso, las motivaciones son personales y no grupales.

Conocí a un jefe de equipo que decía que él siempre reconocía el trabajo de sus empleados y que eso debería mantenerles motivados. El problema es que también necesitan ser reconocidos por personas de otros entornos. El tipo de trabajo que desempeñan, no estar trabajando en lo que estudiaron, no vivir en la ciudad o país donde les gustaría o el poco dinero que reciben por su labor son motivos que pueden quebrar esa motivación.

Ahora, veamos cómo mantener motivado a nuestro equipo de trabajo:

  • Primero, es necesario identificar de forma individual cuáles son las verdaderas ambiciones profesionales y personales de cada empleado.
  • Segundo, puedes encontrarte con personas que no están en el trabajo de sus sueños y que para ellas su actual puesto de trabajo tan sólo se trata de un paso previo hacia ello. En este caso, es fundamental recordarles que se trata de un paso necesario en su desarrollo profesional, que no olviden el propósito por el que están en esta empresa. Esto les hará ver que no se trata de un punto de llegada, sino que forma parte del camino que deben recorrer.
  • Tercero, ten en cuenta que las personas que se desmotivan sienten que no avanzan. El problema es que tampoco saben bien hacia dónde deben dirigirse. Por este motivo, hay empresas que asesoran a sus empleados en aspectos emocionales y personales. Es necesario que el trabajador sepa hacia dónde debe avanzar en su desarrollo personal y profesional. Es entonces cuando sabrá que debe aprovechar su paso por el lugar donde se encuentra actualmente.

En resumen, saber hacia dónde vamos ayuda a entender nuestras circunstancias actuales y ver que son solo parte del camino.